El proyecto se centra en los pescadores del Magdalena, recolectando múltiples historias de un maravilloso grupo de personas con miles de anécdotas por contar.
Esta historia se representa por medio de productos fotográficos y sonoros que retratan la realidad de este gran grupo de personas; además de los objetos, animales y espacios con los cuales interactúan diariamente.
Estos intrépidos personajes realizan diariamente - y desde muy temprano -, una labor bastante compleja: navegan sin rumbo durante largas jornadas sobre el imponente río Magdalena y sus afluentes.
Viajan en una pequeña canoa, generalmente de madera, que es impulsada por un simple motor. Van con su atarraya a bordo en búsqueda de algún grupo de peces que más tarde puedan vender.
Su labor no se limita únicamente al arduo trabajo de atrapar peces, sino que, además, al llegar a la orilla, deben hacerse cargo de limpiar el pescado, desescamarlo y disponerlo para la venta.